Elegir un hotel cuando se tienen niños no es tarea fácil, más allá del precio o la ubicación, los padres de familia deben tomar en cuenta otras características para tener durante la vacación la tranquilidad de hospedarse en un lugar ideal para toda la familia.
A continuación tenemos 5 recomendaciones para elegir el mejor hotel para familias con niños:
Seguridad. Todo lo que tiene que ver con los niños exige una dosis de seguridad mucho más alta que cualquier establecimiento para adultos. No podemos ir a un hotel para tener que estar preocupados ni pendientes de cada movimiento de nuestros hijos, el hotel tiene que ser un lugar seguro en el que todos podamos disfrutar sin un riesgo constante: socorrista en la piscina, ventanas protegidas o con cierres en las habitaciones, etc.
Habitaciones adaptadas y pensadas para familias. Cuando unos padres viajan con 2 niños suelen tener problemas para encontrar habitación para alojarse juntos. Este problema se agrava muchísimo más cuando se trata de familias numerosas. Los hoteles familiares tienen que ofrecer alternativas razonables a estos problemas tan comunes de las familias: no es lógico tener que separar a niños pequeños en otras habitaciones… alojar a toda la familia en una misma habitación aporta un valor extra a las vacaciones.
Instalaciones adecuadas y actividades para la familia. Miniclubs, excursiones, actividades, servicio de niñera… que el día a día en el hotel priorice la diversión familiar, el entretenimiento de los pequeños de casa y el pasar buenos ratos en familia. No se trata sólo de tener instalaciones en las que tus hijos jueguen o clubs por edades en las que dejarles, se trata de motivar también hacer actividades todos juntos para que las vacaciones sean un buen rato para todos en el que padres e hijos tengan lo que necesitan.
Restaurante. Menús infantiles saludables, posibilidad de encargar purés para bebés, atención a las alergias alimentarias… Los padres y madres nos preocupamos mucho por la alimentación de nuestros hijos y esa misma mentalidad tiene que tener cualquier establecimiento que pretende ser un hotel para familias.
Ambiente familiar. Ser un buen hotel para familias es mucho más que tener un miniclub y un menú infantil. Se trata de una sensación: “comodidad”. Se trata de hacer sentir a cada familia como en casa: segura, cómoda y relajada. Que los niños disfruten de la estancia y los padres también y eso se consigue con factores que no aparecen en las listas de cosas que poner: ser atentos con las familias, flexibles con los imprevistos (con niños los imprevistos son demasiado comunes)… En resumen: que uno salga del hotel pensando “lo recomendaría” o “volvería”.