miércoles, 8 de abril de 2015

La aventura de viajar contigo misma...

Hay cosas que debes hacer antes de morir y una de esas es realizar un viaje sola. ¿Te parece muy arriesgado? Mira estos consejos y ¡hazlo ya!


Soy Mariana Mendoza me presento contigo y te comento que más de 10 personas me han mirado raro cuando me atrevo a confesar que he viajado sin compañía. "¿Es en serio?", "¿No te dio miedo?", "No te sentías mal por estar sola?" y preguntas por el estilo son con las que me responden.



Y yo sólo me quedo pensando: "
¿De verdad nunca lo harían? 
¡Si es una de las mejores cosas 
que puede pasarle a alguien!"
 Y te diré por qué:

- Viajar sola es una oportunidad de conocerte mejor a ti misma y lo que eres capaz de hacer. Trasladarte a un sitio nuevo, donde no dominas todos los espacios ni la cotidianidad, te obligan a ser más fuerte, más segura, más decidida. Atreverte a enfrentar lo desconocido, a preguntar, a ser curiosa, a investigar y a descubrir, produce sensaciones de libertad que estoy segura nunca antes has experimentado.




- Eres dueña de tu tiempo, espacio e intereses. No tener que depender de nadie más para decidir la hora en que quieres levantarte, los lugares que quieres conocer, la comida que quieres probar, las cosas que quieres comprar y las personas que quieres conocer es una experiencia liberadora. El viaje será todo tuyo y las decisiones qué tomes en éste, también.


- Tu capacidad de contemplación y sensibilidad antes las cosas aumentará. Cuando llegas a un sitio nuevo no tendrás a nadie expresando nada sobre éste, ni bueno ni malo. Los seres humanos somos muy dados a escuchar demasiado lo que piensan los demás, permitiendo que sus opiniones influyan en nuestra capacidad de apreciar el mundo. 


Pero si estás sola, mirarás el 
sitio sólo con tus ojos y tu criterio


tendrás que escucharte a ti misma y conocerás sensaciones que sólo te pertenecen a ti. Déjate envolver por la capacidad que tiene tu alma de maravillarse.



- Tendrás mucho tiempo para meditar sobre ti misma. La rutina en nuestros lugares de residencia, ahoga nuestra capacidad de auto meditación. Salir de ésta te ayudará a escucharte más, a mirar hacia dentro, a reflexionar sobre lo que quieres, lo que planeas, lo que realmente necesitas. Yo lo llamaría un verdadero momento de encuentro contigo misma, que, definitivamente, necesitas y mereces.



 Si ya te he convencido de hacerlo, 
quiero ofrecerte algunos consejos 
útiles que te facilitarán 
la planeación y ejecución de 
esa maravillosa aventura:

Antes:

1.  Un viaje siempre requiere planeación; cuánta más información tengas sobre un sitio, más segura te sentirás durante éste. Actualmente, la internet ofrece poderosas herramientas para obtener muchísimos datos útiles y prácticos sobre todo lo que necesitas para organizar tu viaje. Elige todos los sitios que quieres explorar, las actividades que quieres realizar y escribe un itinerario previo lo más detallado posible.




2. Si es tu primera aventura, elige un destino nacional o que no se encuentre muy lejos de tu lugar de origen. El estrés por enfrentarte a nuevas culturas o idiosincrasia será menor si es un sitio que te resulta familiar y donde dominas el lenguaje, las usanzas y las reacciones de los habitantes. Piensa en ese sitio que siempre has querido conocer.



3. Calcula lo mejor que puedas el presupuesto que necesitarás. Como ya lo mencioné, la web te ayudará perfectamente en esta tarea. Prácticamente, todas las empresas ya cuentan con una página electrónica donde podrás checar tarifas de transporte y hospedaje. Y claro, no olvides los alimentos, las compras, las entradas a museos o atractivos, entre otros gastos.

4. Reserva tu hotel. Siempre es mejor llegar con el hospedaje seguro, sobre todo si vas en temporada alta para evitarte la pena de encontrar todo lleno. Aunque si vas en temporada baja (lo cual te recomiendo ampliamente) y el destino es pequeño (un pueblo), es lindo elegir el sitio donde dormirás de acuerdo a la sensación que tengas al lllegar ahí. Al final, debe ser un lugar muy acogedor donde te sientas lo más cómoda y segura posible.



Durante:

5. Viaja ligero. No entiendo por qué muchas mujeres insisten en llevarse hasta el molcajete en la maleta. Si decides escucharme, te diré un secreto: si no vas acompañada de amigas criticonas o de una pareja con la que quieras quedar bien, este es el momento perfecto para ser completamente tú. 



Vestirte sencilla y cómoda, no maquillarte ni peinarte tanto, utilizar zapatos cómodos y no quedar bien con nadie. No se trata de ser fodonga, sino de liberarte cuando menos esos días de apantallar con tu apariencia (y no llamar mucho la atención de los demás). Esto aminorará el tamaño de tu mochila (olvídate de grandes maletas y menos con rueditas) y no cargarás de más.



6. Pide recomendaciones a los locales de dónde comer o qué visitar. Los lugareños siempre sabrán más que la internet, así que no dudes en investigar a través de ellos. Te aseguro que obtendrás grandes sorpresas y sí, aunque ya lleves tu itinerario armado, es hora de reacomodarlo.



7. Sé amistosa y abierta, pero cauta y observadora. Una mujer sola siempre llamará la atención; sea para bien o para mal. Pero no por eso debes andar a la defensiva y volverte introvertida. Platica, conoce gente, bromea, pero siendo muy observadora de todo lo que sucede alrededor y de las personas con las que compartes cosas sobre ti. 



No hay por qué estar informando a todos que viajas sola y si alguien de plano no te da confianza, puedes inventar que tus amigos fueron a otro lado mientras tú decidiste pasear sola por unas horas.



8. Toma muchas fotos y compra artesanías. Entre más recuerdos te queden de ese gran viaje, más ganas de darán de volver a repetir la experiencia.


Me gustaría decirte más, pero te invito a que lo experimentes por ti misma. Yo te aseguro que no te arrepentirás. ¡Buen viaje!


Autora 
Mariana Mendoza
Viajera apasionada por oficio y por placer
Twitter: @ana_lebasi  Facebook
e-mail: anairami26@yahoo.com.mx 
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