El coliseo de Roma es el monumento más visitado de Italia, tras su inauguración en el año 80 d.C., el anfiteatro Flavio (su nombre original), se erigió como el más grande del imperio, el último espectáculo que se realizó en él, fue en el año 523.
Este monumento es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y una de las siete maravillas del mundo moderno, en su mejor momento llegó a tener una capacidad de más de 50.000 espectadores
El Coliseo era escenario de grandes acontecimientos sociales que reunían a romanos de todas las clases sociales, ávidos por presenciar luchas de animales y de gladiadores, representaciones teatrales e incluso, en alguna ocasión, batallas navales, conocidas como naumaquias.
El Tercer Anillo
El Tercer Anillo es el más alto y te permitirá tener una vista aérea inmejorable sobre el Coliseo de Roma y el Foro Romano. Hasta hace poco este lugar del coliseo estaba cerrado al público, pero debido a la alta demanda de turistas fue una buena alternativa el abrirlo para ayudar a darle más espacio a los visitantes, además de ser el rincón con las mejores vistas del coliseo.
Anfiteatro
Otro de los rincones que recién fueron abiertos al público son los túneles subterráneos del anfiteatro que te llevará a visitar las estancias donde bestias y gladiadores esperaban antes de sus mortales encuentros. La parte subterránea tenía unos canales por los que entraba agua para escenificar las batallas navales en el Coliseo.
Arco de Constantino
El Arco de Constantino fue erigido en el año 315 en conmemoración de la victoria de Constantino I el Grande en la batalla del Puente Milvio. Se encuentra situado entre el Coliseo y la Colina Palatino.
Basílica de San pedro
Esto es algo curioso ya que después de que el Coliseo fue parcialmente destruido por un terremoto, algunas de las piezas caídas fueron utilizadas para construir la famosa basílica de San Pedro del Vaticano, así que si vistas esta famosa basílica, en cierta forma también estás visitando el antiguo coliseo.
Museo de Neron
En 1480 se descubrieron en Roma, bajo el monte Oppio, frente al Coliseo, algunos inmensos corredores y cámaras. Desde su redescubrimiento en 1480, los frescos de la Domus Aurea maravillaron a los artistas del Renacimiento e inspiraron sus obras. El museo está justo frente al Coliseo Romano y es un rincón que seguro te sorprenderá.
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