sábado, 30 de marzo de 2019

¿Porqué nos gusta tanto la Talavera Poblana? aquí van nuestras razones!

Por sus hermosas iglesias símbolo de su ciudad, por las callecitas empedradas, por su maravillosa comida tan emblemática como los Chiles en Nogada … hasta este punto ya podrán saber que nos estamos acordando del las chuladas de Puebla, pero esta vez queremos platicar especialmente de una de esas “chuladas” que es la favorita de muchos en todo México y el mundo, se trata de la Talavera Poblana. 



Y es que, somos muchos los enamorados de este arte que alegra a la vista y de manera inmediata nos inunda de una rica sensación “a la mexicana”. Si son de los que han esperado ese momento justo para tomarse la foto con una fachada llena de azulejos, como los de la famosa “Casa de los Azulejos” de CDMX, saben de lo que hablo. 





Porcelana China

Cuenta la historia que la cerámica siempre ha sido apreciada, desde que en los tiempos del neolítico hubo necesidad de elaborar vasijas para el uso diario. Luego con el paso del tiempo y el desarrollo de las civilizaciones, la elaboración pero sobre todo el diseño de la misma, fueron lo que empezó a hacer de la cerámica la pieza favorita de muchos artesanos como motivo de decoración. 



Moyolica Árabe

Y así empezó, en China con sus conocidas y exquisitas porcelanas, influencia que se reflejó después en la Mayólica Arabe, adoptando el término “mayólica” para referirse a las cerámicas producidas por los Árabes. También por Italia, más específicamente en la ciudad de Faenza al sur del país, donde se hizo muy famosa su cerámica de gran calidad a la cual nombraron “fayenza”. 

Fayenza Italiana 

Y por supuesto, en España la muy apreciada “Cerámica Talavera de la Reina”, una mezcla de estilos hispano – moriscos, producida en la provincia de Toledo, España en la ciudad que lleva ese nombre, Talavera de la Reina. De hecho, a esta ciudad debemos el característico color azul y blanco tan particular en la talavera, pues son justamente los colores oficiales de aquella ciudad toledana. 

Talavera de la Reina 

Mientras tanto en México, una vez consumada la conquista española, no era de extrañarse que los ojos de muchos Españoles se centraran en Puebla para establecerse, pues la ubicación era privilegiada para el comercio, siendo paso obligado entre el Valle y el Golfo de México.


Es en ese momento, a finales del Siglo XVI y mediados del XVII cuando tras la demanda de los monjes, por conseguir azulejos con los cuales decorar sus iglesias, se comienza a enseñar este oficio a los indígenas por parte de los maestros alfareros españoles o incluso de los mismos monjes, dando origen a los gremios de alfareros que hicieron la “Era Dorada de la Talavera” entre los años 1650 y 1750, donde Puebla llegó a ser reconocida como el Centro Alfarero más importante de la Nueva España


Por aquellos entonces era común la decoración de las casas de las familias adineradas con estos azulejos, incluso se decía aquella famosa frase “No aspirar a construir una casa de azulejos, equivale a no aspirar mucho en la vida”.


Es de imaginarse la regulación que existía en cuanto a estas piezas, pero para no dejar lugar a dudas aquí les cuento que en aquellos entonces, gracias la creación de Ordenanzas Reguladoras se logró la calidad de la Talavera Poblana así como su homologación, pues establecieron de manera específica las condiciones para practicarla, algunas de ellas eran: separar las calidades de las lozas en finas, comunes y amarillas (todo dependía del uso para el cuál se produciría), las mezclas de las arcillas, colores utilizados o incluso en ese entonces se estipulaba que solamente manos españolas o criollas podrían elaborarla, lo que terminó cambiando después. 


Dentro de las características de la Talavera de Puebla están el acabado esmaltado (vítreo) en color blanco marfil, de ahí esa apariencia “lechosa” de la base, la elaboración hecha a mano, en torno de alfarero, el relieve del decorado, y los 6 colores son los permitidos en su decoración: azul, amarillo, negro, verde, naranja y malva con sus respectivas variantes en tonalidades.

En cuanto al diseño se distinguen dos, el Plumeado que sólo en color azul cobalto (como en sus orígenes) con diseños libres florales, plumas, animales, etc. Y el decorado en color, hecho con diseños más definidos, pre establecidos que se calcan a las cerámica y se pintan a color con pinceles especiales hechos por los mismos artesanos. 


Tras la crisis luego de la Independencia de México, desgraciadamente la actividad de la Talavera colapsó, cerrando la mayoría de los 46 talleres que había en el Siglo XVIII.


Por fortuna y gracias al esfuerzo de los talleres que sobrevivieron, pero sobre todo al gran talento adquirido y desarrollado por los poblanos, es que con el paso del tiempo el auge de la Talavera volvió, y aunque no ha sido tarea para nada fácil, por las nuevas tendencias, la modernidad, el desinterés de las generaciones jóvenes y la competencia de las cerámicas que existen en otros estados de la República, el 17 de Marzo de 1995, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, la Denominación de Origen para la Talavera de Puebla, que comprende la cerámica artesanal y tradicional realizada en las localidades del Municipio de San Pablo del Monte, en el sur de Tlaxcala, así como Atlixco, Puebla, Cholula y Tecali de Herrera en Puebla


Pero eso no es todo, dos años mas tarde, el 11 de Septiembre de 1997 se hace una modificación a dicha denominación para quedar simplemente como “Talavera”. Por eso el término se hizo más famoso en México que en la misma ciudad toledana de Talavera de la Reina.


De hecho, esas ordenanzas aún existen sólo que ahora operan bajo el nombre del Consejo Regulador de la Talavera, que cada dos años inspecciona los procesos de fabricación de las talaveras de los Talleres certificados, sometiéndolas a 16 pruebas por laboratorios reconocidos internacionalmente, así como una de las más importantes que hace la Facultad de Ciencias de la Universidad de Puebla para validar que el plomo contenido en el vidriado (acabado esmaltado) no sea mayor a lo permitido para usar en enceres para servir comida. 


Actualmente 9 son los talleres debidamente certificados y los que pueden llevar en sus piezas la firma del alfarero, logo del taller, y el holograma de autenticidad. Estos talleres son: Talavera Armando, Talavera Celia, Talavera de las Américas, Talavera de la Luz, Talavera La Reyna, Talavera de la Nueva España, Talavera Santa Catarina, Talavera Uriarte y Talavera Virgilio Pérez. Y para fortuna de nuestro encanto por estas artesanías mexicanas tan bonitas,en algunos de ellos existen recorridos guiados para ver de cerquita el proceso, y ooooobviamente hacernos de algunas piezas para nuestra colección. 


No cabe duda de que “Que chula es Puebla, pero sobe todo, que Chula es su Talavera.

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