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Salón 16”, es una increíble opción foodie del Centro Histórico de la CDMX, su concepto “Cocina de Cantina”, fusiona de una manera muy sutil, la cocina más ancestral de una cantina mexicana, con la calidez y buen gusto de un restaurante.
Salón 16”, es una increíble opción foodie del Centro Histórico de la CDMX, su concepto “Cocina de Cantina”, fusiona de una manera muy sutil, la cocina más ancestral de una cantina mexicana, con la calidez y buen gusto de un restaurante.
La recepción en “Salon 16”, no podría ser más ideal, el pulque, la bebida de más tradición en México, es la encargada de darme la bienvenida, esta amenidad sin duda me deja inmediatamente en claro que no estoy en cualquier lugar, estoy en una cantina, y en las cantinas, las costumbres y tradiciones son insustituibles.
Empecé mi degustación con un buen pulque curado de piñón, de la mano del maestro Tlachiquero de la casa Fausto, quien posteriormente nos dio a degustar sus mejores curados, mandarina, Guayaba y natural completaron la oferta.
La variedad de curados de pulque varia día con día, por lo que se garantiza que la producción del mismo es artesanal, el origen del pulque que se sirve en este lugar es Apan, Hidalgo, y el maestro Tlachicolero es Fausto, un personaje muy reconocido dentro de la industria nacional, ya que ha sido reconocido con múltiples premios internacionales.
Me gustó mucho su carta, literal me pareció que es un homenaje de los platillos más tradicionales de las cantinas mexicanas, reunidos en una misma propuesta, así tortas, pucheros, tacos, quesos fundidos, manitas de cerdo, jugos de carne, sopa de tortilla, sopa de ajo, caldo de cabeza, pulpo a la gallega, cocteles de camarón, tingas y arracheras entre otras delicias cantineras.
Un detalle que inmediatamente me llamo la atención cuando llegue, es que “Salón 16” tiene tres diferentes secciones, que están perfectamente diferenciadas entre sí, la primera que tuve la oportunidad de conocer es el salón “manteles”, un área que inmediatamente te invita a la tranquilidad y pasividad, un lugar alejado del escándalo y la fiesta, ideal para cerrar algún negocio, o compartir una velada muy privada con la persona que decidas a tu lado.
El segundo lugar que conocí, y por supuesto mi favorito, es el salón los murales, toda la seriedad y formalidad que encontramos en “manteles”, son sustituidos por calidez y diversión, este salón te recibe todas las tardes con música en vivo, que puede pasar desde el jazz, hasta un buen son cubano, finalmente acorde a la época encontré una terraza, que más allá que este pensada solo para fumadores, está más bien lograda para quienes quieren tener más contacto con el Centro Histórico de la CDMX. La variedad de curados de pulque varia día con día, por lo que se garantiza que la producción del mismo es artesanal, el origen del pulque que se sirve en este lugar es Apan, Hidalgo, y el maestro Tlachicolero es Fausto, un personaje muy reconocido dentro de la industria nacional, ya que ha sido reconocido con múltiples premios internacionales.
Me gustó mucho su carta, literal me pareció que es un homenaje de los platillos más tradicionales de las cantinas mexicanas, reunidos en una misma propuesta, así tortas, pucheros, tacos, quesos fundidos, manitas de cerdo, jugos de carne, sopa de tortilla, sopa de ajo, caldo de cabeza, pulpo a la gallega, cocteles de camarón, tingas y arracheras entre otras delicias cantineras.
Un detalle que inmediatamente me llamo la atención cuando llegue, es que “Salón 16” tiene tres diferentes secciones, que están perfectamente diferenciadas entre sí, la primera que tuve la oportunidad de conocer es el salón “manteles”, un área que inmediatamente te invita a la tranquilidad y pasividad, un lugar alejado del escándalo y la fiesta, ideal para cerrar algún negocio, o compartir una velada muy privada con la persona que decidas a tu lado.
En cuanto a la “cocina de cantina”, las opciones sobran, lo mismo puedes pedir un plato tradicional 100% de cantina, como puede ser un chamorro estilo Michoacán, (mismo que probé y me dejo un gran sabor de boca), que un platillo un poco más sofisticado, como puede ser un buen corte de carne, las opciones llegan hasta excelentes ensaladas que son preparadas a un costado de tu mesa, para que todos los ingredientes que incluyan sean de tu completo agrado.
La opción de bebidas es básica para una cantina, así que en "Salón 16" destacan las diferentes opciones de mezcal, tequila y cervezas artesanales, que junto con el pulque, a través de los años se han convertido en las bebidas que más identidad le dan a nuestro país, aunque también si son un poco más aventurados prueben un cocktail, preparado a base de mezcal o tequila.
Sin duda “Salón 16” tiene todo para hacernos pasar una noche más que agradable, para el final no quiero dejar de destacar su decoración, realizada a base de murales que logran crear un ambiente muy mexicano y que en todo momento nos recuerdan que no estamos en cualquier lugar, estamos en un lugar que cuida hasta el más mínimo detalle, los murales que decoran el salón del mismo nombre son obra del maestro Farit Rueda, y son un homenaje al arte Huichol, una de las tradiciones más mexicanas.
“Salón 16 Cocina de Cantina” está ubicado en el Centro de la CDMX, justo en la esquina de las Calles Independencia y Dolores, una opción diferente, con mucha personalidad y ante todo, un lugar que logra con su atmósfera tradicional y vanguardista, regalar tardes inolvidables.
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