El concepto de cantina nació durante la ocupación norteamericana en México, hacia el año 1847, debido a la gran demanda por bebidas del estilo que acostumbraban los soldados invasores; por esta razón las cantinas de la Ciudad de México tienen un toque que recuerda al viejo oeste.
Buenos Aires
En el interior de este lugar persiste una ambientación antigua. A su condición longeva se ve aunada su céntrica ubicación, pues se encuentra afincada sobre la calle de Motolinia, entre avenida Madero y avenida 5 de Mayo.
El Gallo de Oro
La historia de esta cantina comenzó en el año de 1874, cuando fue abierta al público para comenzar una trayectoria llena de éxito, por lo que hoy en día sigue viva y atrae a cientos de visitantes interesados en conocer uno de los espacios de convivencia más legendarios que existen en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
La Dominica
La Dominica, cantina sexagenaria del Centro. Llega a las 2pm, cuando sirven los tres tiempos (sopa, guisado, guarnición). Acompáñalos con tres tragos y la comida te saldrá gratis. ¿Todavía mejor? Cada cerveza te cuesta $20-$30 pesitos. ¡Ah!, si quieres conocer las anécdotas del lugar, pregunta por Poncho, el encargado, quien se jacta de llevar poco tiempo aquí, nada más 10 añitos.
La Faena
El ambiente se compone de teléfonos de madera empolvada, de inicios del siglo XX, sillas y mesas de plástico, una caja registradora, que triplica la edad de los asistentes más jóvenes, óleos de temas taurinos y un altar de la virgen de Guadalupe.
La Opera
Este místico lugar se inauguró en 1876 por las hermanas francesas Boulangeot. En sus inicios, se ubicaba en el sitio que ahora ocupa la Torre Latinoamericana, pero era tanta la concurrencia que tuvo que mudarse. Actualmente, la cantina se encuentra en la avenida 5 de Mayo, esquina con Filomeno Mata.
La Peninsular
Se cuenta que fue inaugurada en 1872 y que Lucha Villa era uno de los personajes que más visitaba la cantina, a pesar de que el ingreso de mujeres a este tipo de sitios se permitió hasta 1982.
Salón Covadonga
Durante décadas fue una apacible cantina cuyos clientes se dedicaron a envejecer al tiempo que bebían y jugaban dominó. Pero algo pasó a principios de los dosmiles. Una cada vez más nutrida banda de escritores, cineastas, artistas plásticos, diseñadores, arquitectos, periodistas, bellas modelos extranjeras y personajes afines, fueron arrinconando a los parroquianos originales, y por esa costumbre informal de beber antes del fin de semana, se instauraron los “jueves de Covadonga”.
Tío Pepe
El Tío Pepe. Fundada en 1878, ésta es de las primeras cantinas que se fundaron en la ciudad. Puede pasar desapercibida a primera vista, pero sus puertas abatibles y un discreto letrero da la bienvenida a un mundo en el cual se han platicado, reído y llorado miles de historias. Todo lo que uno esperaría de una típica cantina está en este lugar: meseros uniformados, una barra grande y surtida, un cantinero detrás limpiando copas, e incluso antiguas placas que prohibían el acceso a menores, mujeres y vendedores uniformados. Ahora su clientela ya no son solo hombres mayores; también lo son jóvenes, mujeres, oficinistas y alguno que otro curioso que pasa a conocer y quedarse.
Cantina La Valenciana
Si viste la serie Soy tu fan, posiblemente la ubiques, aunque sea de nombre. La comida aquí es sumamente generosa y además muy sabrosa. ¿Qué te podemos decir sobre los tragos? ¡Son una maravilla! Dónde: Avenida Universidad 48, Col. Narvarte, 03020, Del. Benito Juárez.
Redacción